Moverse en Hong Kong

Moverse por Hong Kong es relativamente fácil, el transporte púbico está muy bien organizado. Los autobuses, tranvia, metro y ferry conectan todos los rincones de la ciudad.
El Hotel que escogimos no estaba en la zona central de Tsim Sha Tsui, sino un tanto apartado cómo el tiempo que permaneceríamos en Hong Kong era relativamente largo, no nos importaba mucho que el hotel no sea central siempre que sea cómodo, nos transmita buena vibra y tenga un espíritu juvenil y moderno. El Y-loft cumplia con estos requisitos además de estar integrado en un edificio donde se realizan exposiciones de arte, conciertos, coworking y que conectar directamente con la estación de metro «Chai Wan» .


Una vez instalados compramos una octopus card en la estación de metro y nos dirigimos al centro. cabe apuntar que dentro de cada estación encontrás un inmenso centro comercial con muchas tiendas, varias de ellas de primeras marcas. Que si te paras en el primer centro comercial que veas...no creo que llegues nunca al centro.

Bueno nosotros decidimos avanzar y dar una vuelta por Times Square, nos bajamos en Causeway Bay y al salir de la estación (tomar salida F) ante nosotros la más grande selva de cemento jamás vista, si miras hacia arriba no llegas a ver el final de los edificios, hay un río de gente por las calles todos se mueven rapidamente y las luces que usan todos los carteles publicitarios son lo suficiente potentes para burlar a la noche y hacer parecer que todavía es de día!!.

La vida nocturna de Hong Kong es intensa y el ritmo de vida es frenético imposible de alcanzar por nosotros que acabamos de aterrizar.  Nos lanzamos al río y empezamos a callejear entre la multitud, «go with the flow». Bajando por la calle Jardine's Crescent les saldran al paso las tiendas de Dior, Chanel, Armani, Swarovsky, Estee Lauder, MAC, y bueno, mejor no sigo.
Entramos en un par de centros comerciales, uno especialmente dedicado a ropa femenina, había encontrado el paraiso de las compras :D, pero al ver mi interés Kirill me saco de ahí corriendo para ir en búsqueda de un lugar donde comer, en las calles hay muchos restaurantes chinos, thailandeses, japoneses, el seven eleven para los bolsillos más ajustados, vamos que de hambre no mueres… Nosotros cenamos en un restaurante mitad chino y mitad japones, dentro de un centro comercial.

Las cartas están adecuadas para turistas, todas traen una imagen de lo que vas a pedir así que es relativamente fácil pedir tal o cual cosa.